Funcionamiento del monedero electronico VISA

La empresa decidió recurrir a lo último en tecnología para competir contra el cash con una nueva arma, el «monedero electrónico«.

Se trata de una tarjeta dotada de un microcircuito de computación (chip) que le permite almacenar pequeñas sumas de dinero (unos 10 pesos, al menos en esta etapa) que podrán utilizarse para hacer compras chicas en quioscos y bares, para pagar el uso de parquímetros o abonar las tarifas de transporte público. El nuevo plástico, bautizado Visa Cash, desafía el uso de monedas. Por tamaño se parece a una tarjeta de crédito, aunque su funcionamiento se asemeja más al de una tarjeta telefónica que, en vez de pulsos, acumula pesos. La única diferencia con aquélla es que su memoria se puede recargar, proceso que los usuarios deberán realizar en los bancos -tengan, o no, cuentas en ellos- y cajeros automáticos.

REQUISITOS:

-Para el consumidor no hay requisitos de ningún tipo. No hay crédito ni responsabilidad financiera. La persona necesita tener plata en efectivo para poner en la tarjeta. Tampoco necesita tener cuentas bancarias, porque puede obtener la tarjeta y darle plata al banco para que éste se la acredite en el plástico. Por supuesto que es mejor si el usuario tiene una cuenta porque así podrá usar la red de cajeros automáticos. Hay un enorme porcentaje de gente en la Argentina que no tiene cuenta bancaria y quizás esto le dé una razón para abrir una.

el monedero supone la implementación en las operaciones comerciales, de bajo importe cuando se consideran de manera aislada, pero de gran valor económico en su conjunto, de técnicas propias de los sistemas financieros de intercambio y circulación de grandes capitales, con la consiguiente agilización en la circulación del dinero entre comercio, entidades bancarias y clientes, y abaratando los costes de esa circulación .

Sin embargo, en el asentamiento del monedero electrónico como medio de pago generalizado cabe incluir una serie de obstáculos que limitan aún su completa expansión . Así, cuestiones como el alto número de monederos emitidos no activos, la adaptación ralentizada por parte de los clientes finales ( usuarios y comercios ) , los riesgos de llegar a “quemar el producto” al crear una serie de expectativas no atendidas a corto plazo, frenan de alguna manera su uso .

Las causas, origen de estas limitaciones, apuntan a la posible dificultad de superar las inercias en los hábitos de comportamiento de los usuarios, la escasez de incentivos o poco atractivos reunidos o, fundamentalmente, la ausencia de estandarización . Ante ello, parece que la solución final estaría encaminada al éxito en la integración de una aplicación dentro del monedero electrónico capaz de generar un uso masivo a corto plazo .

El desarrollo del monedero electrónico implica una serie de factores críticos a tener en cuenta como son el número de entidades emisoras, de tarjetas, de terminales en sectores clave, de cajeros terminales y de proveedores/colaboradores homologados . Los problemas potenciales a corto plazo que genera el uso de monedero electrónico se concretan en el coste de las tarjetas.

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